Un maestro es una brújula que activa los imanes de la curiosidad, conocimiento y sabiduría en sus pupilos. Ever Garrison.

​

Hoy como siempre estoy al frente de las miles de preguntas que puede hacerse un maestro en su cotidianidad ¿Qué hacer para transformar la realidad que envuelve el aula? ¿Cómo repensar la manera de enseñar y llevar el conocimiento a cada uno de los estudiantes? ¿Por qué es importante conocer cada universo humano? ¿Cuál es el camino más acertado para rediseñar didácticas que posibiliten ser más maestro? En cada una de las respuestas me llega a la memoria el legado que conservo gravado en mi ser de mi profesora Rosa Cristina Aguilar Morales: la pasión de ser maestra, esa pasión que hoy hace posible que aún con los tantos años de ejercicio docente sienta las mariposas revolar en mi ser, como una eterna enamorada al ver a su amor; y voy al reencuentro con mi hacer pedagógico para ofrecerle esas pócimas de encantamiento que necesita para ser renovado y entregado desde la misión de esculpir, cincelar y diseñar con paciencia y tolerancia las habilidades de cada uno de mis estudiantes. Haciendo con ello una obra de arte universal y al mismo tiempo abono, alimento, enriquezco con mis propias acciones, mi dignidad de maestra que se fomenta día a día con el ejemplo para ofrecer un regalo a la sociedad, un estímulo para las familias, una bendición para mis estudiantes ¡Un triunfo para mí misma!
Llegué a la institución Educativa Fe y Alegría Luis Amigó el 10 de mayo hogaño, y sin pensar me encuentro ante una propuesta que mueve mi teoría y mi práctica profesional, desestabilizando como todo cambio los paradigmas que conocemos y a los que nos aferramos con la ceguera del temor que nos produce navegar por mundos nuevos. Recuerdo esos primeros días de incertidumbre, generada por la orientación y el empalme que como por arte de magia recibí de Walter, el rector; de los profes Wilman, Katy y Mónica; en pocos días absorbí de ellos el ABC de lo que se había gestado a nivel institucional para los grados 4º y 5º en torno a la investigación escolar como estrategia didáctica. En ese momento me vi ante unos profes tan convencidos, tan comprometidos y tan apropiados no solo del saber pedagógico si no de ese hacer que devela a todo aquel que es un maestro de verdad, y me dije: esto es todo un reto. A partir de ese instante asumí con lo que soy, mi compromiso de cara a lo que implica innovar y recrear el currículo para esa institución. No solo se abrieron las puertas de la institución para mí, se abrieron sus universos, sus sueños, sus conocimientos, sus prácticas, sus necesidades de transformación
y mejoramiento; otro hogar llegó a mí y que en palabras posteriores de mis colegas necesitaba de mí, tanto como yo de él, para volver a vivir la felicidad que me produce SER MAESTRA.
En primera instancia abogué por la reflexión que desde la investigación escolar insta la profundización teórica de la estrategia; esto me llevó a renovar mi conocimiento y retomar como en otrora fuera mi papel de estudiante en la vía de estar a tono en términos de apropiación del saber desde las implicaciones que tiene su aplicabilidad en el aula. A partir de allí me fui aproximando a los avances que en materia de la propuesta se tenía y de la mano de mis compañeros aunamos sueños posibles, saberes construidos, juventud, miradas distintas y experiencia.
Mi aporte ha sido significativo para la dinámica de la experiencia en tanto me di a la tarea de realizar una escritura ordenada y documentada del compendio pedagógico elaborado hasta el momento por mis compañeros; es decir; la sistematización de la propuesta como tal desde la construcción curricular, los encuentros pedagógicos para la planeación de las acciones a llevar al aula, las estrategias de evaluación y la carpeta de evidencias del proceso entre otras.
Actualmente la institución cuenta con el documento físico y virtual de la  “CONSTRUCCIÓN DEL CURRÍCULO DESDE LA INVESTIGACIÓN ESCOLAR COMO ESTRATEGIA DIDÁCTICA” compendio que muestra de manera clara como está constituida la experiencia pedagógica para ser aplicada en el aula; igualmente está apoyada con cada una de las guías desarrolladas al interior de las clases. Esta acción generó conocimiento teórico desde la práctica, agilizando no solo el proceso de reflexión crítica para mejorar, sino para ser compartidas con otros docentes.
El aprendizaje en esta experiencia ha sido mutuo y compartido desde distintos ámbitos; los múltiples saberes puestos en escena al servicio de los estudiantes, de la institución y de nosotros mismos ha hecho posible fundamentar desde el conocimiento mi quehacer. Iniciar el movimiento de transformación y reflexión permanente partió del corazón y el deseo de trascender como maestra. Ha sido significativo poder escuchar las voces los estudiantes en la medida que su proceso de aprendizaje-enseñanza se motivó desde el diálogo, la participación, sus expectativas, sueños y habilidades como factores primordiales para la construcción grupal. Desde el momento que reviso mis conceptos como sujeto en formación me di la oportunidad de elaborar diagnósticos, seleccionar, planificar y organizar mis acciones acordes con las necesidades de los estudiantes y convertirlas en el pretexto para llegar al conocimiento.
Valoro el proceso vivido en la medida que reconozco en la investigación una herramienta didáctica que fortalece y dinamiza el proceso de enseñanza aprendizaje. Llevarla a la práctica educativa, permitió ponerme de frente a mi quehacer para transformarlo. Estoy convencida que nuestra misión de maestros es dar un aire de renovación y frescura a esas prácticas pedagógicas antiguas, es abrirnos paso en la incertidumbre del futuro, pero con la permanente esperanza de que los cambios siempre traen resultados positivos para quien los busca. Implicarse en una actividad basada en la investigación me llevó a vencer resistencias y recelos, salir de la lógica expositiva y de la certeza magistral no resulta fácil, significa, en no pocas ocasiones, enfrentarse a todo un esquema anterior fuertemente interiorizado.
Dejar que nuestros pensamientos y nuestras almas se liberen con una mirada crítica del ayer, el hoy y el mañana; es hacer que cada practica pedagógica anclada en el conocimiento y la innovación, se convierta en la bandera de los corazones de todos aquellos que como yo, AMAN SER MAESTROS.
Hoy evoco mi primera postulación hace un año atrás “SOY MAESTRA
ENROLADORA” y como lo expresé en ese entonces y que para el caso aplica perfectamente todos los maestros estamos llamados a rediseñar el rol pedagógico con la intención de llevar cabo acciones educativas que estimulen a los niños y niñas desde diferentes ámbitos de formación.

                                                                            María Elizabeth Restrepo